El deseo de Dios es revelar a tu vida principios que te ayudaran a caminar día a día en victoria, principios que harán que prosperes en todas las cosas que hagas.
Dios anhela que soluciones los problemas que puedas estar pasando, quiere que aprendas a enfrentarte a ellos con la total certeza de que después de la tormenta, saldrá el sol.
Lo primero, y necesario, que tienes que  saber es lo que en realidad es un problema. La palabra problema hace referencia a un asunto o cuestión que requiere una solución.
Generalmente, el gran problema del problema es como resolverlo; muchas veces no sabes donde buscarlo o como enfrentarlo ya que, sueles olvidarte de aquellos principios  que te ayudaran a enfrentarlos y solo dejas que los problemas te ahoguen y debiliten tu vida.
Dios a través de su palabra, te brinda ciertos principios que te ayudaran a enfrentar cada uno de esos problemas.
1)      ¡DECLARA OBJETIVAMENTE SOBRE EL PROBLEMA! Tienes que comenzar a ejercitar tu espíritu y mente para solucionar el problema. Ello, lo  lograras  declarando cosas buenas sobre el problema, declara la palabra de Dios sobre el problema. Por ejemplo, en vez de decir: “No me sanare”, tienes que declarar: “Si, soy sano/a porque Dios dice que por las llagas de Cristo he sido sanado/a”.
Dios te ha dado un arma muy poderosa y es la Fe, en el momento de enfrentarte a los problemas, debes inyectarle fe a los mismos, que tus declaraciones sobre los mismos no dejen de lanzar bendición sobre ellos.
La fe la encuentras en Dios y a Dios lo encuentras en la iglesia. Si quieres salir de la angustia, de los problemas familiares, del dolor, la Fe será tu mejor compañero que te ayudara a salir de lo malo que puedes  estar viviendo. Si no incentivas tu fe, no generaras fe. No autorices al fracaso a tomar lugar en tu vida, simplemente no lo aceptes.
Si algo ha salido mal, no te desanimes porque Dios esta contigo y te ayudara a que examines y veas que has hecho mal. Por eso, busca un mentor, busca a alguien que haya llegado más alto en la carrera. Busca a aquellos lugares y personas  que te inyecten fe, en Cristo somos más que vencedores.
2)      ¡ASEGURATE QUE TU PROBLEMA SEA REALMENTE UN PROBLEMA! Tal vez, creas que es un problema lo que estas pasando pero tal vez para tu entorno no lo es. Dejamos que nuestra mente se vea invadida de pensamientos incorrectos que nos llevan a afectar negativamente nuestro entorno. Deja a Dios llenar tu mente de buenos pensamientos. Cuando desarrolles tu Fe, los problemas comienzan a tener solución. El cambiar conceptos errados de la mente, cambiara tu manera de vivir; por ello, comienza a pensar lo que Dios dice que piensa de ti para que eso se refleje en todas las áreas de tu vida.
3)      ¡ANOTA LOS PROBLEMAS SEGÚN SU CATEGORIA!
Los problemas los podemos clasificar en:
·         “Urgentes”;
·         “Importantes”;
·         “Futuros”;
·         “Urgentes pero no importantes”.
Por ejemplo: “Se me acaba de despegar la suela del zapato”. Es un problema urgente pero no importante.
Ante los problemas, siempre pregúntate o piensa “Este problema, ¿Es de vida o muerte?” (Siendo sarcásticos), “¿Es urgente?”. Sé sincero/a al momento de enfrentarte con ellos. “Procura apagar tu incendio para luego apagar el de los demás”. Ocupa tu tiempo en resolver aquellos problemas importantes, tu relación con Dios, terminar tu carrera,  y no pierdas tiempo y esfuerzo en aquellos que son urgentes como tener pinchada la rueda del  auto.
4)      ¡CLASIFICA TUS PROBLEMAS! Tienes que ver a quienes realmente afecta tu problema. Quizás, esta afectando a tu familia, a tus estudios, a la sociedad o solo a ti mismo/a. No dejes de replantearte  si es importante tu problema.
5)      ¡HAZ TODO LO QUE PUEDAS PARA RESOLVER EL PROBLEMA Y LO QUE NO PUEDAS DEJASELO A DIOS! Al momento de querer solucionar tus problemas, tienes que hacer y poner todo de ti  para poder resolverlo, descansa porque lo que falte, lo hará DIOS.
6)      ¡NO A LA AUTOSUFICIENCIA! Tal vez,  estas precisando la ayuda o colaboración de alguien que ya paso por lo mismo y lo supero pero tu orgullo no permite que lo pidas. No dudes de pedir y aceptar colaboración de otros.
7)      ¡SE CREATIVO/A! Aunque no lo creas hasta la idea más loca puede llegar a solucionar tu problema. Debes ser creativo/a, busca inspiración. “LAS GRANDES IDEAS SON EL RESULTADO DE REPLANTEARSE OTRAS IDEAS QUE  PUEDAN  RESOLVER TU PROBLEMA”.
8)      ¡DECIDETE A PAGAR EL PRECIO PARA RESOLVER EL  PROBLEMA! Generalmente, cuando te encuentras frente a un problema, sueles tenerle temor  a lo que puede llegar a suceder;  por ello, muchas veces, extendemos la agonía a  causa del miedo a enfrentar ese problema y por no estar dispuestos a pagar el precio. Recuerda que todo avance requiere de un esfuerzo extra.
9)      ¡CONOCE TODAS LAS OPCIONES! Es bueno que puedas ver el panorama en general, quizás no uses todas las opciones pero sin duda, una de ellas podrá solucionar tu problema.
Nunca descartes la opción   más difícil porque siempre la opción más difícil te llevara a lugares inesperados. Desprográmate de lo fácil y atrévete a arriesgarte, Dios ha puesto en ti la valentía para hacerlo.
Recuerda que para resolver  tus problemas necesitas Fe, Dios es la fuente de todo, si para resolver tu problemas precisas de mas Fe, acércate a El y veras como solucionaras cada problema y saldrás mas que victorioso/a.