Washington.- Las iglesias cristianas en EE.UU. están pasando por una situación muy inesperado, el presidente Barack Obama, ha declarado que por obligación las instituciones religiosas a que sus trabajadores utilicen anticonceptivos, fármacos abortivos y esterilizaciones para sus trabajadores y/o miembros, publica la agencia EFE.

Obama, ha generado una inconformidad en los cristianos pues la polémica norma sanitaria es calificada por los republicanos como un ataque a la libertad religiosa en EEUU.

La norma, incluida como una reforma al sistema sanitario entrará en vigor en el 2013 y obliga a hospitales, colegios y entidades sociales católicas a ofrecer un plan de salud a sus empleados que contemple la planificación familiar y, en concreto, métodos para el control de la natalidad.

La medida ha despertado el rechazo de los católicos y del Partido Republicano, pero también de protestantes evangélicos y de grupos vinculados incluso a legisladores demócratas.

Una de las reacciones más fuertes ha sido la del obispo de Pittsburgh, David Zubik, quien ha dicho en su carta titulada “Váyanse al diablo” que la disposición es como “una bofetada en la cara” que dice “¡váyanse al diablo!” (to hell with you!) a los cristianos y a la libertad religiosa.

“Ha sido como una bofetada. El gobierno del presidente Obama, acaba de decir a los cristianos de los Estados Unidos, “¡Al cuerno con vosotros!”. No hay otra manera de explicarlo”, dijo en su carta publicada en la edición del 27 de enero del Pittsburgh Catholic.

Zubik, resaltó que la orden de Kathleen Sebelius, Secretaría de Salud, trata al embarazo como si fuera una enfermedad y “obliga a todo empleador a subsidiar una ideología o pagar una penalidad mientras busca alternativas para la cobertura de salud”. También ataca la reforma de salud al “ligarla de modo inextricable al celo de los burócratas pro-aborto”.

La polémica afectará contienda electoral de Obama decara los comicios del 6 de noviembre, el peligro para el presidente reside en las interpretaciones de la norma como una intromisión en la libertad religiosa en un país que presume de fomentar las libertades individuales.

“Se trata de un ataque directo contra la libertad religiosa”, según la campaña del candidato presidencial republicano Mitt Romney, de fe mormona y favorito a hacerse con la nominación de su partido para enfrentarse a Obama en noviembre.

El republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la iniciativa de Obama “viola la Constitución” y, por ello, hoy pidió al Gobierno que dé marcha atrás.

Según el último censo, en 2010 había en EE.UU. más de 77 millones de católicos, lo que equivale a una cuarta parte de la población total.

En las elecciones de 2008, Obama tuvo más apoyo de los votantes de esta confesión, en gran parte por los votos de los latinos católicos, que su entonces rival republicano, John McCain.