Un pastor evangélico de la ciudad de Alba D’Oeste, Rondônia, fue a la comisaría para presentar cargos contra un miembro de su iglesia que trató de envenenarlo. De acuerdo con el pastor el motivo del miembro era reemplazarlo en la iglesia local.

El intento de envenenamiento se informó el 4 de febrero y los informes dicen que un miembro de su iglesia se ofreció para prepararle la cena y el café en la casa de otro pastor.

Una vez servida la cena, el miembro se despidió de ambos pastores y se fue a su residencia.

El pastor sorprendido por el sabor de la comida, le preguntó a su colega que lo acompañaba en la mesa, que sí sentía que la comida tenía un sabor extraño. Los dos sospecharon que había algo malo en el plato de comida, entonces entendieron que era veneno.

Tanto el pastor como su colega que lo acompañaba, enfermaron por la noche. Un perro que tenían se comió el resto de la comida y también se enfermó y esto también le provocó vómitos, informó el segundo religioso.

Tomando nota el pastor, se dio cuenta que ese miembro de su iglesia había intentado matarlo, así que se puso en contacto con el acusado diciendo que no volviera a la iglesia y tampoco llegara a su casa para evitar conflictos. Sin embargo, minutos después el miembro, llegó a la casa del pastor acompañado por la Policía Militar, alegando que el religioso no podía prohibirle el acceso a los cultos y demostrándole que el resto de los alimentos no tenía ningún veneno.

La policía dijo que haría dos pruebas para comprobar si hubo intento de envenenamiento. Así que primero comprobaría si los alimentos contenían alguna sustancia altamente peligrosa y después les realizaría algunos exámenes a ambos pastores para comprobar si tenían veneno en su sangre.

El pastor afirma por parte de terceros que este hermano quería ser el pastor de la iglesia donde trabaja y tal vez, ésta era la intención el miembro al poner el veneno en la comida de su pastor.

Fuente: externa