El boxeador filipino, Manny Pacquiao, ganador de diez títulos mundiales en ocho diferentes categorías de peso, reconoce que ha sido vencido KO en un sueño donde Dios le habló y le dijo: “Me encontraba en una selva bellísima cuando una luz resplandeciente me iluminó y oí una voz que pronunciaba estas palabras: ´Hijo, ¿por qué te alejas de mi?´ Me desperté entre lágrimas”, dice Pacman, según publica el portar noticioso Religión en Libertad.

Pacman, aseguró en unas declaraciones a ABS-CBN News, que ha puesto fin a todo aquello que lo aleja de Dios. “Si hubiera muerto el año pasado o hace dos años estoy seguro de que habría terminado de cabeza en el infierno”, dice el campeón y que este sueño, ocurrió noviembre del 2010, durante la noche después del último combate contra el pugilista mexicano Juan Manuel Márquez.

“En el pasado, Dios había hablado a su pueblo a través de los sueños. Así me convencí del hecho de que verdaderamente había llegado el momento de cambiar de vida. Y de todos modos, no he cambiado sólo porque yo lo haya querido, sino porque lo quería Dios. Ser cristiano significa reconocer a Dios como el propio salvador. Sin Cristo, no sería nada”, resaltó el pugilista.

Pacquiao, ha aceptado el reto de su contrincante Floyd Mayweather, y posiblemente peleen el 5 de mayo si no es así podría pasarse la pelea a junio de este mismo año, aunque, Pacman al tener este encuentro y compromiso con Dios él dice que está orando por Mayweather, ya que el pugilista estadounidense fue sentenciado el año pasado a 87 días de prisión por haber intentado violar a su ex novia.

“He estado orando para que Floyd pueda rebasar los obstáculos que la vida le está poniendo justo ahora. Desearía poder compartir con él algo de la palabra de Dios”, dijo Pacman.

Foto: Pacquiao, asiste a una misa en la iglesia Quiapo en Manila el 21 de noviembre de 2011, después de llegar de los EE.UU. Pacquiao defendió su título welter de la OMB contra Juan Manuel Márquez de México, en una decisión mayoritaria de 12 asaltos el 12 de noviembre en Las Vegas, Nevada. AFP PHOTO / NOEL CELIS.