Todos en algún momento hemos sentido la desesperada necesidad de sentirnos plenos y satisfechos en la vida. Esto es muy normal, el problema esta en que buscamos saciarnos en el lugar equivocado, en el mundo y sus placeres, los cuales solo nos saciaran de manera pasajera.

Pero Cristo se refirió a el mismo como el pan de Vida que saciaría a todo aquel que creyera en El. Solo en el podemos encontrar la plenitud de vida, gozo y paz que tanto anhelamos.

Es Tiempo de acercarnos a El, para creer, comer y saciarnos en su presencia.

—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.Juan 6:35