Hola amigos lectores, como segunda entrega he querido compartir un tema que escrito y que tengo la confianza en Dios de que pueda servir de mucha ayuda para tantos grupos de adoración y también ministerios de servicio dentro de las iglesias. Así que sin más preámbulos iniciamos el tema.

Si bien como equipo de alabanza es nuestro deber modelar los valores positivos tales como la unidad, la integración y el trabajo en equipo, en muchas ocasiones he sabido y también vivido estallidos internos que se debaten dentro de estos singulares equipos de alabanza. En ocasiones ocurren enfrentamientos por distintas razones y con distintos involucrados: músicos contra vocalistas, director contra coristas, todos contra uno o uno contra todos. En fin estas situaciones negativas no aportan nada bueno, solamente provocan desunión, incomodidad e indiscutiblemente hacen que nuestra ofrenda de adoración no sea bien recibida delante de Dios (Mt. 5.23-24; Gn 4.5).

Sé que para muchos el ver una comparación como la que he hecho entre la figura del director de alabanza y el infame rey Saúl les lleva de inmediato a pensar que este símil no es posible, pero por favor antes de que usted continúe haciendo juicio piense que en muchas ocasiones TODOS hemos tenido actitudes muy similares a las de este impopular rey. En ocasiones hemos sido líderes inseguros, inmaduros y de carácter débil; tal y como lo fue Saúl.  Así que es precisamente en este sentido en el que deseo enfocar esta comparación. Y no lo hago con  el ánimo de desmeritar o criticar a esos hombres y mujeres valientes que   hacen grandes esfuerzos para servirle a Dios; No, mi real intención es aportar soluciones a través de consejos prácticos que puedan ayudar a resolver cualquier conflicto que pueda existir internamente con tu director y así cultivar la unidad entre las diferentes partes.

Así que te pido que prestes atención a estos cinco consejos que te pueden ser muy útiles en una situación en donde existan fuertes diferencias con tu líder de  alabanza:

  1. Siempre debes obedecer: Primeramente debes obedecer y respetar a tus líderes sin importar si asientas o no con sus opiniones o medidas. La palabra de Dios nos enseña a través de la singular y turbulenta relación de David y Saúl, que nunca, ni tan siquiera bajo circunstancias sumamente difíciles, nadie debe levantarse en contra del ungido de Jehová. (1 Samuel 26:23). Dios es quien quita y quien pone a los líderes que tenemos, así que no es nuestro el derecho o potestad de  poner o quitar personas antojadizamente.
  2. Debes orar: Cuando tengas problemas con tu líder. Preséntaselos a Dios en oración y ruego (Filipenses 4:6). La palabra nos dice que por nada estemos afanosos. La oración es la llave de todas las puertas y la forma en como hablamos con Dios, sea para agradecerle, adorarle, pedirle y contarle como nos sentimos.
  3. Debes hablar con tu líder y con tus pastores: La buena comunicación es la mejor forma de evitar y también resolver conflictos. Háblale a tu líder de las diferencias que tienes, lleguen a un acuerdo; háblale también a tus pastores al respecto. Ellos puede ayudar a mediar y solucionar las situaciones difíciles que ya han causado heridas.
  4. Sé inteligente: Debes ser sabio y entendido al momento de tratar temas en que existan diferencias. Debes desarrollar la habilidad de saber presentar propuestas sin sentirte mal en caso de que las personas o tu líder no las acepten. Recuerda que a veces hasta a nosotros mismos nos cuesta aceptar sugerencias o recibir correcciones. Y dependiendo del tipo de sugerencia que desees hacer, deberás esperar por el momento más adecuado; sea en privado o delante de un grupo íntimo. En fin, la idea es que debes ser sabio identificando el mejor momento para hablar el tema.
  5. Dale tiempo para que asimile las propuestas que sugieras: En ocasiones a cierto tipo de personas les toma más tiempo entender cuándo se han equivocado o cuándo la forma de hacer las cosas deben ser cambiadas.  Si hay algo que toma tiempo, es sin duda cambiar la forma de pensar y de ver las cosas.  Así que no te desesperes y permite que las oraciones surjan su efecto y pon de tu parte para limar las asperezas y diferencias que tengas, para entonces lograr el nivel de unidad que Cristo desea.

 

Dios les bendiga. Hasta la próxima!

Emmanuel De la Rosa Lendof
Director Proyecto BASES
Contacto: dilarossa@hotmail.com
www.facebook.com/proyecto.bases