En Disney, Davy Liu desarrolló animaciones como Mulan, Aladdin y El Rey León. Después de escuchar la voz de Dios, renunció a su trabajo y fundó una producción de dibujos bíblicos.

EE.UU.- Davy Liu, nacido en Taiwán (China), renunció a su trabajo en Disney para cumplir la voluntad de Dios. Famoso por haber participado en animaciones de ‘Mulan’ ‘Aladdin’ y ‘El Rey León’, el animador dejó todo para producir contenidos cristianos.

Liu trabajó en Hollywood durante más de 10 años. Comenzó su trabajo a los 19. “Para cumplir la voluntad de Dios es más importante que ganar las riquezas del mundo, debido a que los tesoros en la tierra son temporales, pero los tesoros almacenados en el cielo son para la eternidad”, dijo.

“Cuando trabajaba en Disney, en el fondo de mi corazón, yo siempre estaba triste. En aquel tiempo pensaba para mí mismo.” ¿Por qué los dibujos y películas producidas por los cristianos se desarrollan con un presupuesto tan bajo y, a menudo estas películas no están bien hechas?’”, recordó.

“Le pregunté a Dios en oración y Él me dijo que esto se debía a que los buenos artistas están dando su mejor esfuerzo para el mundo y no para Dios”, agregó.

Al oír la voz de Dios, Liu renunció a su trabajo y ahora produce animaciones de relatos bíblicos con temas de la fe a través de Kendu Films, una compañía que se fundó basa en Filipenses 4:13: “Puedo hacer todas las cosas a través de Cristo que me fortalece”.

De Taiwan para los EE.UU.

El ex animador de Disney estuvo recientemente en Hong Kong para una exposición de talleres. En una entrevista con el sitio web Morning Post, comentó sobre su salida del país de origen para estudiar en los Estados Unidos y fundar su propio estudio.

“Fue un choque cultural. Yo era de un ambiente totalmente chino y trasladarme a un ambiente de enseñanza media americana, sin saber una palabra de inglés. Pero pronto me he adapté a la cultura negra, pues vivía en un barrio predominantemente negro. Y me alegré de salir de Taiwán “, dijo.

“La razón principal fue el hecho de que mi madre no quería que sufriera tanta presión académica sobre Taiwán, porque yo era un fracasado en comparación con mis hermanos”, dijo.

“Siempre me gustó dibujar como un niño, porque crecí viendo un montón de dibujos animados. Pero mis padres no me animaron a seguir el camino del arte en la infancia, porque pensaron que no habría ningún futuro en ese entorno. Así que fui a los Estados Unidos y al conocer a mi maestra de arte, ella me animó, diciendo que debería seguir el camino. Después gané muchos premios a nivel nacional, lo que demuestra que tenía razón”, dijo.