El cristianismo es «la religión más perseguida» en el mundo. Así lo manifestó Ángela Merkel, hija de un pastor protestante, al hablar en el reciente sínodo de la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD, por sus siglas en alemán) en la localidad costera de «Lübeck», en el Mar Báltico. La Canciller destacó que la protección de los cristianos perseguidos en el mundo es «una parte importante de la política exterior alemana», porque la libertad religiosa es un «derecho humano básico», que no se observa en todas partes.

«El fanatismo, la restricción de la libertad religiosa y el desprecio por la fe son parte del mundo moderno», agregó Merkel, señalando en referencia al preámbulo de la Constitución alemana que «la República Federal, de manera expresa, no fue creada como sólo secular». Y añadió «Creo que en un mundo secular, pero (también creo que)hay puntos en común con la religión cristiana que deben ser colocados en el primer plano» de la vida social.

La Reforma protestante comenzó 31 de octubre de 1517, cuando Martín Lutero protestó públicamente contra la venta de indulgencias, clavando sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg.

Merkel mencionó en su discurso, a continuación de lo dicho anteriormente, el quinto centenario de la Reforma protestante, que la Iglesia Evangélica conmemorará en 2017, expresando un profundo agradecimiento por la obra de Martín Lutero, quien con su trabajo ayudó a definir la imagen de un ser humano «maduro y responsable». 

Ángela Merkel ha expresado también la esperanza de que las celebraciones previstas para dentro de cinco años incluyan un “componente de misión» que puede alcanzar a las personas que viven lejos de la fe en Jesús.

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