En muchos casos, las nuevas tecnologías digitales cubren funciones que hasta el momento de su aparición se realizaban con otros dispositivos, dispositivos que, con la llegada de lo nuevo, pierden vigencia, se usan menos o directamente se transforman en antigüedades.

Hoy, cuando está llegando a su fin la edición 2015 del CES, que mira hacia el futuro, presentamos aquí un catálogo de diez equipos, objetos y servicios que, en la era digital, están o estarán en breve en riesgo de extinción.

1. Los discos como soporte de información.

Con el crecimiento de la música y el video distribuidos por streaming (reproducción directa desde Internet), CD, DVD y hasta los Blu-ray parecen destinados a un uso marginal, tal vez de culto, parecido al que se da hoy con los vinilos.

A la vez, el streaming a equipos móviles están empujando a los reproductores de MP3 a ser historia.

2. Cámaras de fotos compactas.

Las cámaras digitales de funciones más básicas y baratas se ven en muchos casos superadas técnicamente por las incluidas en los smartphones.

De modo que es posible que, en unos años, cuando se hable de una cámara de fotos se esté haciendo referencia a una de altas prestaciones, de las que no pueden renunciar a un cuerpo voluminoso y pesado.

3. Grabadores.

Los grabadores de mesa son una antigüedad desde hace tiempo. Pero ahora los digitales, compactos y livianos (del tipo periodista) se ven fuertemente amenazados por la combinación “smartphone más aplicación apropiada”.

La calidad de los micrófonos de los teléfonos es alta y su capacidad de almacenamiento, inmensa, más si cuentan con una tarjeta de memoria adicional.

4. Cables.

Con el avance de las tecnologías inalámbricas, mediante las que hoy es posible hasta recargar la batería del celular, es posible que en un tiempo en las cajas de los smartphones no venga cable alguno.

5. Calculadoras.

Junto a las agendas, los traductores electrónicos y el control remoto, es otra víctima del smartphone “puedelotodo”.

El control remoto tradicional, además, sufre los embates de los sistemas ejecutan órdenes impartidas de modo oral y de los que responden a gestos.

6. Las llamadas de larga distancia.

Servicios como Skype, mensajeros instantáneos como WhatsApp y hasta aplicaciones lanzadas por las mismas operadoras de telefonía celular, como ToGo, de Movistar, hacen que desaparezca, tanto desde el punto de vista técnico como en el de los precios, la diferencia entre llamar a alguien que está en la misma ciudad y hacerlo a quien se encuentra en el punto más lejano del planeta.

7. Facturas de servicios públicos de papel.

Cada vez son más las facturas de servicios públicos que llegan por e-mail o están disponibles en los sitios web de las empresas prestadoras de servicios.

Recibirlas en un sobre de papel, podría ser, dentro de unos años, toda una rareza.

8. Linternas domésticas.

Cuando se corta la luz en casa ya no hace falta recordar en qué cajón de qué mueble de la casa está guardada la vieja linterna.

Bastará echar mano al celular, que con su pantalla dará una luz mínima. Pero, además, si el teléfono tiene instalada una aplicación de las que usan el LED del flash de la cámara como linterna, brindará una luz poderosa para salir del apuro. Aunque llame la atención, las aplicaciones para transformar el celular en una buena linterna están entre las aplicaciones más bajadas de la tienda Play, de Google, para teléfonos con el sistema operativo Android.

9. Receptores de GPS.

Entre los automóviles que los incorporan como parte de su equipamiento de fábrica y los celulares y tabletas que pueden cumplir con solvencia su función, el GPS adosado al parabrisas podría tener los días (los años, más bien) contados.

Más si se tiene en cuenta que ya existen hasta relojes pulsera con receptores de geolocalización satelital.

10. Los automóviles.

Parece que la predicción de la saga de Volver al Futuro acerca de máquinas voladoras que reemplazan a los actuales automóviles no está cerca de hacerse realidad.

Pero sí lo está, y mucho, la de los autos que se conducen a sí mismos. De modo que el auto tal y como lo conocemos hoy podría estar viviendo sus últimos años.

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